lunes, 3 de septiembre de 2012

SIGUEN PIDIENDO MONEDAS… AHORA EN TRANSMILENIO


Estoy harto de Transmilenio, eso lo tengo claro hace años. Estoy harto de los tirones y empujones, de las filas interminables y de las esperas insoportables para esperar un bus en las horas pico, ¿quién no? Pero últimamente se notado algo que me harta aún más que todas las anteriores y son los mendigos en los buses.

De las pocas, pocas cosas que me gustaban del sistema es que no había que soportar a los vendedores de incienso, cocadas, maní, estampitas etc., ni mucho menos a aquel señor con tantas hijas que le atropellan una día de por medio, o aquel que acaba de llegar de Cali luego de pagar 3 años de cárcel por robo y necesita una ayudita de la sociedad “para no tener que ponerse a robar otra vez” una amenaza disimulada que ponía nerviosos a todos los que estaban en el bus.

Pero ahora parece que la alegría terminó. Los mendigos y vendedores de bus descubrieron que sí pueden ejercer sus labores en Transmilenio a la vista de todo el mundo y no pasa nada, los policías se hacen los de la vista gorda y los trabajadores del sistema hacen todavía menos y lo entiendo porque, ¿cuál de ellos querría ser la causa para que el señor de Cali pague otros 6 años por intento de homicidio con arma blanca?

Es una lástima que aparte del pésimo estado de las vías, el abarrotamiento y el costoso pasaje tengamos que soportar también a estos y nadie haga nada, pero lo peor de todo es que muchos ni siquiera se preguntan si está bien o no y sin pensarlo les ofrecen los doscientos o quinientos pesitos “de todo corazón” para “ayudarles” sin saber que son los patrocinadores de la práctica y que gracias a ellos cada día son más y más los que se montan a pedir plata en vez de ponerse a trabajar.

Qué lástima señores de Transmilenio, nos han demostrado por años que la calidad y la seguridad del servicio les importa poco, pero esto dice aún más, tristemente, no solo de las directivas, sino de los administradores del sistema y de la misma policía… otra vez me queda claro: acá nunca nadie hace nada para que salgamos del hueco.

jueves, 9 de agosto de 2012

Las armas no matan personas...


Promocionada como el épico final de la trilogía del director Chris Nolan, Batman, el caballero de la noche asciende, es una película que atrae a fans> del cine y de las tiras cómicas en todo el mundo, su estreno en los Estados Unidos el 20 de julio de 2012 prometía ser todo un acontecimiento. Tristemente lo fue.

En la pequeña población de Aurora en Denver, Colorado, casi doscientas personas se alistan emocionadas para ver la película, es la madrugada del viernes, camuflado entre los asistentes que esperan para entrar James Holmes, de 24 años, se alista para la función en su disfraz de Guasón, se ha teñido el pelo de rojo y lleva una máscara, pasaría por un fan más de no ser porque ha llevado también un chaleco blindado, una escopeta, un rifle y una pistola.

Poco después de iniciada la función Holmes entra a la sala y comienza a disparar contra los espectadores, el saldo: 12 muertos y más de 50 heridos, el amanecer sorprende al mundo con una nueva masacre en el país de las oportunidades.

La noticia se propaga de inmediato por todo el mundo y luego del asombro renace una  antigua controversia: ¿qué ocurre en los Estados Unidos? ¿por qué aparecen una y otra vez sicópatas armados asesinando civiles inermes en colegios, universidades y cuanto lugar público se les ocurre? y de inmediato aparecen los mismos "culpables" de siempre: la violencia en la televisión, el antisemitismo, las drogas, la música rock, las sectas y la Asociación Nacional del Rifle (N.R.A.), la poderosa asociación americana que defiende el porte de armas como un derecho fundamental de todas las personas bajo la excusa de la legítima defensa.

Pero si son estas las causas uno se pregunta: ¿no deberían ocurrir estas masacres con la misma frecuencia en todo el mundo? ¿Acaso no se escucha por igual rock en Suiza y en Japón? y ¿no se consumen drogas por igual en Ámsterdam y en Singapur? ¿No se transmiten las mismas series televisivas cargadas de violencia en Roma, Londres, Bogotá y Montreal?
¿No se permite por igual la venta de armas a los ciudadanos en Taiwán, Rumania y Corea del Sur?... un momento... ¡la respuesta es NO!

Lo que me lleva a replantear la premisa de la N.R.A.: "Las armas no matan personas, las personas son quienes lo hacen", yo propondría algo así como "Las armas no matan personas, las personas tampoco, los sociópatas que consiguen armas a la vuelta de la esquina lo hacen".

La venta libre de armas, ¡eso es algo que en lo que los americanos son líderes! puedo creer que ese sería un buen culpable, y creo que sería un buen punto de partida para cualquier debate que se abra al respecto en cualquier lugar del mundo.