jueves, 9 de agosto de 2012

Las armas no matan personas...


Promocionada como el épico final de la trilogía del director Chris Nolan, Batman, el caballero de la noche asciende, es una película que atrae a fans> del cine y de las tiras cómicas en todo el mundo, su estreno en los Estados Unidos el 20 de julio de 2012 prometía ser todo un acontecimiento. Tristemente lo fue.

En la pequeña población de Aurora en Denver, Colorado, casi doscientas personas se alistan emocionadas para ver la película, es la madrugada del viernes, camuflado entre los asistentes que esperan para entrar James Holmes, de 24 años, se alista para la función en su disfraz de Guasón, se ha teñido el pelo de rojo y lleva una máscara, pasaría por un fan más de no ser porque ha llevado también un chaleco blindado, una escopeta, un rifle y una pistola.

Poco después de iniciada la función Holmes entra a la sala y comienza a disparar contra los espectadores, el saldo: 12 muertos y más de 50 heridos, el amanecer sorprende al mundo con una nueva masacre en el país de las oportunidades.

La noticia se propaga de inmediato por todo el mundo y luego del asombro renace una  antigua controversia: ¿qué ocurre en los Estados Unidos? ¿por qué aparecen una y otra vez sicópatas armados asesinando civiles inermes en colegios, universidades y cuanto lugar público se les ocurre? y de inmediato aparecen los mismos "culpables" de siempre: la violencia en la televisión, el antisemitismo, las drogas, la música rock, las sectas y la Asociación Nacional del Rifle (N.R.A.), la poderosa asociación americana que defiende el porte de armas como un derecho fundamental de todas las personas bajo la excusa de la legítima defensa.

Pero si son estas las causas uno se pregunta: ¿no deberían ocurrir estas masacres con la misma frecuencia en todo el mundo? ¿Acaso no se escucha por igual rock en Suiza y en Japón? y ¿no se consumen drogas por igual en Ámsterdam y en Singapur? ¿No se transmiten las mismas series televisivas cargadas de violencia en Roma, Londres, Bogotá y Montreal?
¿No se permite por igual la venta de armas a los ciudadanos en Taiwán, Rumania y Corea del Sur?... un momento... ¡la respuesta es NO!

Lo que me lleva a replantear la premisa de la N.R.A.: "Las armas no matan personas, las personas son quienes lo hacen", yo propondría algo así como "Las armas no matan personas, las personas tampoco, los sociópatas que consiguen armas a la vuelta de la esquina lo hacen".

La venta libre de armas, ¡eso es algo que en lo que los americanos son líderes! puedo creer que ese sería un buen culpable, y creo que sería un buen punto de partida para cualquier debate que se abra al respecto en cualquier lugar del mundo.

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