Promocionada como el épico final
de la trilogía del director Chris Nolan, Batman, el caballero de la noche asciende, es una película que atrae a fans> del cine y de las tiras cómicas
en todo el mundo, su estreno en los Estados Unidos el 20 de julio de 2012
prometía ser todo un acontecimiento. Tristemente lo fue.
En la pequeña población de Aurora
en Denver, Colorado, casi doscientas personas se alistan emocionadas para ver
la película, es la madrugada del viernes, camuflado entre los asistentes que
esperan para entrar James Holmes, de 24 años, se alista para la función en su
disfraz de Guasón, se ha teñido el pelo de rojo y lleva una máscara, pasaría
por un fan más de no ser porque ha llevado también un chaleco blindado, una
escopeta, un rifle y una pistola.
Poco después de iniciada la
función Holmes entra a la sala y comienza a disparar contra los espectadores,
el saldo: 12 muertos y más de 50 heridos, el amanecer sorprende al mundo con
una nueva masacre en el país de las oportunidades.
La noticia se propaga de
inmediato por todo el mundo y luego del asombro renace una antigua controversia: ¿qué ocurre en los
Estados Unidos? ¿por qué aparecen una y otra vez sicópatas armados asesinando
civiles inermes en colegios, universidades y cuanto lugar público se les
ocurre? y de inmediato aparecen los mismos "culpables" de siempre: la
violencia en la televisión, el antisemitismo, las drogas, la música rock, las
sectas y la Asociación Nacional del Rifle (N.R.A.), la poderosa asociación
americana que defiende el porte de armas como un derecho fundamental de todas
las personas bajo la excusa de la legítima defensa.
Pero si son estas las causas uno
se pregunta: ¿no deberían ocurrir estas masacres con la misma frecuencia en
todo el mundo? ¿Acaso no se escucha por igual rock en Suiza y en Japón? y ¿no
se consumen drogas por igual en Ámsterdam y en Singapur? ¿No se transmiten las
mismas series televisivas cargadas de violencia en Roma, Londres, Bogotá y
Montreal?
¿No se permite por igual la venta
de armas a los ciudadanos en Taiwán, Rumania y Corea del Sur?... un momento...
¡la respuesta es NO!
Lo que me lleva a replantear la
premisa de la N.R.A.: "Las armas no matan personas, las personas son
quienes lo hacen", yo propondría algo así como "Las armas no matan
personas, las personas tampoco, los sociópatas que consiguen armas a la vuelta
de la esquina lo hacen".
La venta libre de armas, ¡eso es
algo que en lo que los americanos son líderes! puedo creer que ese sería un
buen culpable, y creo que sería un buen punto de partida para cualquier debate
que se abra al respecto en cualquier lugar del mundo.
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